Ahí estaba yo, sin miedo, sin reservas, como una mujer deseosa, lo tenía a él, era mi presa, yo la cazadora, esa que nunca fui, esa que ahora soy, disfruto, exijo ser, así sin mas, a jugar, a bailar un tango entre las sabanas. Primero, caminando sin saber nada de él, siquiera su nombre, solo su aroma, su medida, su pasión entretejida con miedo y destreza, no queda mas que deshacerme de su ropa, ágilmente elegida o quizá solo fue la fortuna, después mi lencería, de encaje, negro, pequeña como mi memoria, como mi fidelidad, mostrando mis curvas, haciéndome esa mujer, deseada, acariciada, entregada al placer carnal, a la lujuria. Ya, tómame, no me digas que me amas, no lo haces, no quiero que lo hagas, solo hazme tuya, descúbreme y déjate llevar. Así, recuerda el sabor de mi piel, la silueta de mi cuerpo, el juego de mis labios en tu entrepierna, la miel de mis manos por tu pecho, jugando con el vello de tu piel. Así, sin dejar de jugar. No hay nadie mas aquí, no hay recuerdos, no hay culpas, hazme vibrar, despacio, suave, no pares, sigue, eres el detonador de esta pasión encendida, préndeme, sedúceme, aprópiate de mi cuerpo, de mis caricias y falsedades, de mi vergüenza y sensualidad, aférrate a mis gemidos y suplicas, a mis ordenes sofocantes y excesivas, tírate, desgárrame, afiánzate de mi orgasmo, no pares, sal de tu ventana, no digas palabras de aventura, solo calla, solo dirígete al placer, así, llévame, provócame y no me dejes sin parar, no, no lo hagas. Oh, infringe mi barrera de placer, infringe las reglas, desgasta tus dudas, no pares, así, solo un poco más, solo un poco más. Oh, Oh, mmmmmmm ahhhhhhhhhhhh, ah ah ah.
Carolina