A ti...

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En la cama, desnuda, te espere, te vi llegar, con un actitud machista y un tanto simplista, como un niño engreído, uno de esos que se las sabe todas, pero en el fondo de tu mirada note miedo, en el movimiento de tus manos en mis pechos, tembloroso, asustado, a lo mejor, en pánico, eso lo disfruto, no tenias otra opción, desnudarte y aprender, disfrutar y hacerme el amor, que digo el amor, el amor no se hace, al menos yo no te lo hice, no lo inspiras, solo te di sexo, y por el deleite de tus labios, percibí que fue el mejor de tu vida, tú tan solo fuiste uno más, mas bien uno menos, un capricho de mis curvas, de mi piel, de mi ego de mujer, no puede luchar contra eso, te tuve pero tu a mi, no y nunca lo harás.

Carolina

En una habitación pt. II

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Ahí estaba yo, sin miedo, sin reservas, como una mujer deseosa, lo tenía a él, era mi presa, yo la cazadora, esa que nunca fui, esa que ahora soy, disfruto, exijo ser, así sin mas, a jugar, a bailar un tango entre las sabanas. Primero, caminando sin saber nada de él, siquiera su nombre, solo su aroma, su medida, su pasión entretejida con miedo y destreza, no queda mas que deshacerme de su ropa, ágilmente elegida o quizá solo fue la fortuna, después mi lencería, de encaje, negro, pequeña como mi memoria, como mi fidelidad, mostrando mis curvas, haciéndome esa mujer, deseada, acariciada, entregada al placer carnal, a la lujuria. Ya, tómame, no me digas que me amas, no lo haces, no quiero que lo hagas, solo hazme tuya, descúbreme y déjate llevar. Así, recuerda el sabor de mi piel, la silueta de mi cuerpo, el juego de mis labios en tu entrepierna, la miel de mis manos por tu pecho, jugando con el vello de tu piel. Así, sin dejar de jugar. No hay nadie mas aquí, no hay recuerdos, no hay culpas, hazme vibrar, despacio, suave, no pares, sigue, eres el detonador de esta pasión encendida, préndeme, sedúceme, aprópiate de mi cuerpo, de mis caricias y falsedades, de mi vergüenza y sensualidad, aférrate a mis gemidos y suplicas, a mis ordenes sofocantes y excesivas, tírate, desgárrame, afiánzate de mi orgasmo, no pares, sal de tu ventana, no digas palabras de aventura, solo calla, solo dirígete al placer, así, llévame, provócame y no me dejes sin parar, no, no lo hagas. Oh, infringe mi barrera de placer, infringe las reglas, desgasta tus dudas, no pares, así, solo un poco más, solo un poco más. Oh, Oh, mmmmmmm ahhhhhhhhhhhh, ah ah ah.


Carolina

El Rincón Erótico (parte 2)

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...y con mi lengua dibuje varias rutas desde su ombligo hasta sus pezones, que para ese momento ya estaban tan rígidos como los míos. Me segui hasta el cuello y termine besándolo dela forma más sucia que podia. Me sentía atrevida, totalmente caliente, explosiva, sensual, como nunca antes..... como nunca con mi marido.
El mantenia los ojos cerrados, disfrutando, y como un ciego, con las manos, buscaba aumentar mi placer acariciendo mi espalda y regresando una y otra vez a mis senos, los acariciaba frenética y delicadamente a la vez. Aflojé su pantalon y de inmediato introduje mi mano, mientras veía su cara de éxtasis. No se si me prendía mas ver su cara o sentir lo que tenia entre las manos. En un impulso, me deshice de mis jeans y comenzo a tocarme, poco a poco se recostó y me puse sobre él.
Giró su cuerpo y ahora yo estaba deliciosamente atrapada bajo ese cuerpo varonil y ardiente, desesperado por tenerme. Dejó de besarme por un instante, se quedó mirándome fijamente y ocurrió lo que tanto deseaba: en ese momento lo sorprendí, haciendo que me penetrara profundamente. Ahora ambos disfrutábamos mientras que el mundo se perdía afuera.
Se apoyaba con sus brazos en los escalones y comenzé a sentir como sus embestidas se hacian más rápidas. Senti un leve mareo, ese instante donde el resto del mundo desaparece y no importa, donde todo el cuerpo se estremece. Hubo un momento en el que el placer me invadía todos los sentidos.... lo tenía que hacer: grité con todas mis fuerzas, su miembro me penetraba una y otra vez rápidamente aumentando mi placer y màs cuando el decidió introducir su mano en mi entrepierna para hacerme llegar al éxtasis.
Sentí su respiración agitada, vi sus mejillas sonrojadas y unas gotas de sudor caían por su rostro para terminar su trayecto en mi pecho. Era increíble la forma en que eso nos unia.
Durante mucho tiempo nos deseamos, eran ya años los que habìamos estado deseando ese momento. Andrés dejó de verme, cerró los ojos y supe que se había venido. Lo sentí. Un ligero calor que me ardía pero me gustaba. Sin embargo no se salió, en mi estado de placidez, él decidió acariciarme nuevamente: se sentó en un escalón y me puso sobre él, intenté hacer algo, pero el me detuvo las dos manos con una suya y comenzò a lamer mis senos, mis pezones mientras que su otra mano seguía en mi entrepierna. No podía creer lo que sentía.
Andrés verdaderamente sabía complacer a una mujer. No me quedo duda alguna, lo que estaba haciendo no era un error. Cuando terminamos me abrazó un momento. Fue reconfortante sentir su brazo fuerte, musculoso, alrededor de mi. Finalmente, nos vestimos.
Me tomó de la mano y subimos a la recámara principal. A "nuestra" recamara, donde empezaríamos nuestra nueva vida juntos.

En una habitación...

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En ese momento cuando todo quedaba en silencio, la multitud abrio paso, sin dejar rastro, sin hablar, a lo lejos lo vi, y era él, solitario, casi un jugador, un ladrón, él tan solo un amante, mi amante, un hombre pocas palabras, de bajas pasiones, de frío corazón. ¿Cuántas tonterías nos contamos?, ¿Cuántas historia vacias?, no lo se, no importa, quizas era el momento de volar, era el momento de dejar llevarnos. De un instante a otro, me encontraba en sus brazos, arriesgandome en sus labios. Yo, una secustradora, lo tome, a él, al control, no era el momento de pensar, no pedia amor, no pedia compasión, tan solo pedia su cuerpo, su calor junto al mio, encontrarlo en mi cama, desnudo, tan solo para mi, para mis caprichos y apuros. Solo quería utilizarlo, para mis conveniencias, para sentirme condicionada, soez, para sentirme esa mujer, esa clase de mujer encaprichadan con el cuerpo, con el sexo, con la lujuría y en eso me había convertido. No era el momento de dudar, de dar paso atras, era el momento de salir, de intimar y de disfrutar. Él siguio mi juego, sin dudar, sin preguntar, no le deje, es mas no lo permiti, yo habia tomado el control, al igual que tome su ropa, su cuerpo. Llegamos a un departamente desconocido, una vez mas no me importaba, no era razón para preocuparse, la única razón válida en ese momento era el sexo, la pasión, sentirme viva, sentirme mujer. Una vez estando ahí, en su recamara, sabiamos lo que teniamos que hacer, deshacernos de esas limitaciones, despojarnos de tapujos, ropa e ideas triviales. Teníamos que ser nosotros, desafiar a la piel, a los sentimientos. Tan solo teniamos que seducir, y empezar a arriesgarnos.

Continuara...

Carolina

El Rincon Erótico

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Hoy dormí hasta tarde. Después de ducharme, minuciosamente escogí mi lencería. Y así, en una seductora ropa interior, caminé hacia la ventana que daba al jardín; disfrute de la vista unos instantes. Todo en silencio, solo yo y nadie más. Seguro Andrés, el chofer, sintió mi mirada en su espalda, obviamente sabia que era yo. Percibí su curiosidad y turbación, pero siguió limpiando el auto y no volteó. "¡Voltea, maldita sea!", estaba ansiosa porque me viera. Era una pequeña travesura, un alimento para mi ego, quizá. Decidí desaparecer por un momento, cuando regresé a la ventana, Andrés ya estaba dándole la vuelta al coche. Esta vez fue demasiado tarde cuando quizo evadir la mirada. Lo vi unos segundos, fríamente (como si no estuviera semi desnuda) y seguí mi camino muy despacio.
Sin embargo, el no pudo evitar poner cara de sorpresa y desconcierto. En seguida bajo la mirada.... era obvio que se cohibía con mi presencia. -Eso hace mas divertido el coqueteo descarado-. Disfruté durante unos minutos mi provocación, el corazón me latía rápido: tenia una leve exitación que me daba una gran sensación de poder.
Regresé a mi cuarto y me vestí, sin pausas pero sin prisas. Podía haberme asomado por la ventana, pero marque a su celular y lo espié por la ventana, solo para ver su reacción.
-Digame Señora- respondió muy cortés, como siempre.
-Necesito que lleves las cosas de la cajuela al vestíbulo, ten cuidado... las recojo en la puerta.
-Por supuesto Señora- dijo. Y se giró para ver si estaba en la ventana.
Pero mis persianas estaban completamente cerradas.
Tras unos minutos, me dirigí nerviosamente al vestíbulo. Andrés había traido un par de bolsas frente a la puerta, le pedi que regresara por las que faltaban y asi lo hizo. Me supieron a glora los segundos cuando sonrió y me dijo: "Si Señora" y dio la vuelta. Jamás había visto a un hombre que se viera tan sexy con uniforme... simplemente me mataba. Cuando regresó, dejo las bolsas en el suelo y me pregunto con una sonrisa: "¿Necesita algo más... Señora?", mientras me observaba de arriba a abajo con descarada lujuria.
En ese momento, todo me temblaba, mientras le decia:
-Quizá deberias dejar de decirme Señora, después de todo, quizá en un poco tiempo deje de serlo....
Tomé las bolsas con intención de moverlas...
-Permítame-dijo-¿Quiere que las lleve a su recámara?
-En realidad, quisiera otra cosa-. dije llenándome de valor.
ESta vez se puso frente a mi, entre sonriente y coqueto dijo:
-Solo tiene que pedirlo- y sus ojos recorrieron mi cuerpo.
Me le quedé mirando, en realidad no sabia que diablos queria decir, pero me moje los labios intentando hacer tiempo. Nuestra respiración se hizo corta y en un solo instante, todo a mi alrededor desaparecio.
Me tomó por la cintura, me acercó con fuera a su cuerpo y me besó de un modo totalm
ente obseno. Nunca nadie me habia besado asi.
Perdí el aliento mientras su lengua jugaba alrededor de mis labios, lo tomé por los hombres y le di la vuelta para recargarlo en la puerta, ahí ahora fui yo quien lo besó...
Al mismo tiempo, yo misma me frotaba con él, quería mantener el control. Tomé sus manos yla guié por encima de mi cuerpo, una mirada bastó para pedirle que me acariciara ansiosamente. Mientras yo lamía y besaba su cuello, el comenzaba a deshacerse de mi blusa...Por debajo tocó el bra, el mismo que le habia presumido desde la ventana, pero estaba tembloroso...no se decidía. En cambio, eligió introducir sus viriles manos por encima de mi escote, mientras me miraba de una forma totalmente lujuriosa. Esa media sonrisa solo me provocaba la necesidad de que me penetrara en ese mismo instante. Suavemente me empujó hacia las escaleras, sin pensarlo mucho me deshize de la chaqueta y la camisa de Andrés y....

...continuará.
Regina

Sueños

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Agradecemos a Xavy por la impulsiva colaboracion de esta semana.

Sueños

Sueños que esperan ser parte de un algo, que piden despertar con migo y

vivir por ti, por que en la brecha de la realidad vuelan mis fantasías,

alimentando mi angustia, que es amor a ti.

Y la soledad muere de noche, pero como el fénix vuelve con el sol

y sigue de a poco dejándome sin aliento, esperando que un día vengas

y acabes con todo, que me despiertes y cuándo el sol toque mis labios

tu sigas aquí hoy y para siempre permitiendo que el síncope eterno

en el que muero en vida, termine al sentir tu cuerpo junto al mío

y se desvanezca la tristeza no solo con el horizonte, compartiendo así

un destino juntos, saberme tuyo por siempre...que se acabe la noche en mi alma,

que se acabe el dolor, que viva en ti, como tu hoy y siempre vivirás en mi…

Seducido por X@vy ThE M@N

Rimmel

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Esta semana tenemos el agrado de recibir una colaboración encantadora y provocadora de Vodka Ma X.

Rimmel

Los dos sabemos que alguien perderia, que aquello era una quiniela. Creo que, jamás tuve nada mejor. Pegados, con picardía, con el golpe de adrenalina entre tus piernas. Puedes ejercer el placer entre tus manos, en la piscina, colorear el agua. Mentirnos. Sonríes satisfecha.

El impulso cayendo. No importa si estoy dentro o desde afuera, si acaba con todo. Rozas levemente la punta de mis dedos, y en ese preciso instante, sabes exactamente que soy capaz de incluirte en el menú. Cogerte es el sexo amateur, con olor a limón. Tu aliento cortado. Sentada en mi cara, ilusionada y relajada, vanidosa con tu vestimenta pornográfica.

Besarte, sudarte, cogerte, tu rimmel en mi pecho.

Seducido por Vodka Ma X

Seductores Especiales

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Las aventuras y desaventuras de un amante deben ser celebras por tal motivo hemos decidido que a partir de hoy, semanalmente habrá un invitad@ que nos deleite con alguna de sus historia de amor, seducción o lujuría, donde despierten nuestra imaginación, y aflore sentimiento pasionales. Preparense para leer una coleccion de relatos de amor y desenfreno.

Para cautivarnos por primera vez tenemos el orgullo de presentar a Priscila.
Aún
"Ven, sólo recuestate a mi lado. Prometo ser cuidadosa y solo deleitarme con las formas que vienen de entre tus piernas... puedo asegurarte que la luz llegará con el primer rayo que se posará por la mañana. Mientras, quedate en esta velada a celebrar tus deseos inscritos en mi piel.

Ven, así podre contarte acariciando tu espalda las 50 maneras en que puedo volverme quién ronde tus cuatro paredes en noches enardecidas.

Ven, con tu paso ligero pero marcado. Acércate que yo ya me siento parte de ti. Haz de mis placeres una oda a tu cuerpo.

Ven, desafía a la noche con tus sueños y conviertelos en una parte de mi.

Ven, por las noches que deseo tener el roce de tu piel para no perderme otra vez."

Seducido por Priscila
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Carolina

Con la mejor disposición

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En la mañana del sábado, con mi mejor ropa, zapatos de tacón, perfume nuevo y joyas exclusivas, sali a desayunar con mis amigas, un grupo de mujeres que oscilan entre los 40 y 50 años, mujeres como yo, casadas, viviendo una vida de lujos, camionetas ultimo modelos, viajes cada seis meses y amantes jovenes menores de 30.

Al llegar al mismo restaurante de todas las semanas, me dispuse a comenzar la busqueda de un amante. Comence a observar a mi alrededor, vi hombres de 50 bastante atractivos a la vista, jovenes entre 25 y 30 años, hombres mayores, un extenso catálogo de hombres.

Comenzó el juego de la coqueteria y seduccion, donde hay momentos para disfrazarse de ladrón, de victima, de victimario, de angel o de diablo, de débil, a veces fortalecer, saber jugar entre el poder y la debilidad, encontrar el modo para caer en sus garras, sin estar presa. Es adoptar un estilo propio.

Encontrar al hombre adecuado, no es una tarea fácil, buscar caballerosidad, encanto, aaventura, riesgo, pero para una mujer como yo, no hay tarea imposible.

Carolina

En busca del amante perfecto.

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Busco al amante perfecto, al opuesto de mi esposo aburrido, predecible y apático. ¿Cómo voy a encontrar a un hombre dispuesto a una aventura con una señora casada? ¿Dónde voy a encontrarlo? He visto como mis amigas engañan a sus esposos una y otra vez y siempre lo hicieron ver tan fácil, cambiaban de amante como yo cambiaba los pañales de mis hijas. Pero ahora me enfrento a la busqueda del amante ideal. En los años que llevo recorridos, veo a las mujeres de mi edad, silenciando la pasión, la necesidad de sentirse mujeres de nuevo. Y al fin logran despertarla con un nuevo hombre en su vida.

Hoy por primera vez haré pública mi desición y lo hablaré con mis amigas. Hoy comienza la búsqueda de un nuevo hombre en mi vida.
Carolina

Harta

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Estoy harta de sus manias, de sus enojos, de sus rutinas, de su falta de personalidad, simplemente estoy harta de tener al mismo hombre en la cama todas las noches, ver los mismo ojos mudos, oir las mismas palabras necias. Estoy harta del sexo rutinario y acomedido, de la pasión fingida y lastimosa. Estoy harta de ese hombre al que vi en el altar hace unos años.

Hoy decido buscar un nuevo horizonte, encontrar aquellas manos que me hagan suya en cada respiro, encontrar la juventud que perdi con las años, sentirme mujer una vez mas. Hoy me buscaré un amante.
Carolina